Este mes hace 7 años del arranque de Glocally allá por 2015. Lo recuerdo como si fuera ayer. Todo empezó como suelen empezar estas cosas. Con el paso de los años vas reuniendo la motivación y la determinación necesarias basadas en tus conocimientos y experiencias adquiridas durante este proceso, haciendo por regla general algo similar para tu empleador, hasta que suena un clic en tu cabeza, y a partir de ese momento todos tus esfuerzos se dirigen hacia la consecución del objetivo.
Tus mejores amigos son tu PowerPoint y una hoja de Excel, donde sin darte cuenta empiezas a proyectar lo que será tu futuro profesional y personal. Empiezas a modelar lo que crees que sucederá y haces miles de escenarios donde tratas de recoger todo… Visto con perspectiva, en mi experiencia personal es muy gratificante cuando comienzas a comprobar como lo que modelaste, va tomando forma. No todo por descontado es de color de rosa, también compruebas quien quieres que este a tu lado y a quien es mejor dejar ir.
Compañeros de Viaje
Siempre he contado que posiblemente uno de los momentos más complicados es el de convencer a personas con trabajo en activo que lo dejen y te acompañen en tu proyecto. Profesionales capacitados – altamente – con posiciones de dirección en sus compañías a los que tienes que ilusionar hasta el punto de que asuman un gran riesgo con el cambio que les estas proponiendo, poniendo en jaque personal sus finanzas, sus alquileres, colegios… Así fue, en este proceso encontré compañeros de viaje que 7 años más tarde continúan en su gran mayoría en Glocally. Recuerdo con cariño algunas entrevistas en las que si hubiera tenido un contrato a mano se lo hubiera ofrecido allí mismo a la conclusión del café, o durante. Por suerte, sólo hubo que esperar unos pocos días para enviárselo y que se sumaran al proyecto.
Los primeros pasos fueron tirando a duros como no puede ser de otra manera, creé una compañía que nacía sin clientes – como muchas – y con un pasivo de 9 personas desde el primer minuto del lanzamiento porque en mi ideario personal “teníamos que estar listos para poder dar servicio a los clientes si lo necesitaban”.
Recuerdo que el primer mes de compañía, recibía llamadas de mis nuevos compañeros preguntándome que debían hacer…
Yo siempre contestaba:
“Aprovecha para organizar bien la información porque llegara un momento donde no darás abasto de tanto trabajo”.
Yo creo que más de uno pensó que “no tenía los pies en la tierra” (lo mismo lo siguen pensando)
Por suerte, o no, esa situación duró poco porque cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos trabajando para algunas de las mejores empresas del retail español.
Los primeros clientes
Efectivamente para quien tenga la generosidad de haber llegado hasta aquí la pregunta es ¿cuánto tardamos en tener clientes? Pues muy poco, porque a los 2 meses de nacer ya empezábamos a trabajar para marcas importantes que tuvieron la valentía de hacerlo con una compañía recién creada.
Desde aquí sin entrar en nombres porque ellos, las empresas y las personas lo saben, mi admiración y mi agradecimiento personal y el de todos los que formábamos Glocally en aquel momento por su valentía y su visión. No era fácil con opciones financieramente mucho más sólidas, en aquel momento apostar por una compañía recién creada y sin embargo se anticiparon, confiaron y creo que acertaron porque nosotros nos dejamos la piel para corresponder a su elección.
Todo lo que pudo salir bien o mal, salió bien
En esta etapa de arranque, la suerte juega un papel muy importante. Fueron muchos los momentos delicados y no sólo me refiero a la pura relación cliente / agencia, donde una compañía que nace necesita que le acompañe la suerte. A nosotros no nos soltó del brazo en ningún momento. Quiero pensar que fue producto de nuestro trabajo anterior, de lo que representábamos, del momento en el que nacimos, pero todo lo que pudo salir bien o mal, salió bien.
Los medios
Contábamos con la confianza de personas que para los que conocen este mercado, saben que son clave. Los responsables y directivos de los medios. En cualquier otra industria una compañía joven que empezaba a gestionar importantes volúmenes de facturación debía de hacer frente a pólizas que ofrecieran garantías de cobro a los medios que habrían dificultado nuestra progresión. Por suerte – otra vez la suerte – nos encontramos de nuevo con personas que confiaron en lo que estábamos haciendo y solo encontramos facilidades. Mención especial para #JavierFrancosManresa DEP que ya no está con nosotros porque sin su ayuda, no se si la montaña hubiera sido muy alta de escalar y habría que haber apostado por otras alternativas menos convenientes para seguir adelante.
La actualidad
En estos 7 años de vida, nos hemos enfrentado a situaciones que nunca sospechamos que se pudieran producir y que por supuesto no estaban en ningún Excel de esos que comentaba al principio. La pandemia que tanto daño he hecho a todo el tejido productivo a nivel mundial y tantas pérdidas humanas ha dejado, unido a la invasión de Ucrania, son eventos que afectan el normal desarrollo de cualquier compañía.
Nosotros no somos una excepción. Hemos tenido que afrontar decisiones de contención en esa etapa que por suerte no afectaron a ningún puesto de trabajo porque siempre desde la dirección de la compañía apostamos por salir todos juntos de esa difícil situación.
Hoy la familia de Glocally la forman más de 55 profesionales directos y más de 70 personas si contamos con los trabajadores indirectos. Mantenemos todos la misma humildad y sobre todo a la gran mayoría de los profesionales que nos acompañan desde hace años … y seguimos reclutando y convenciendo de unirse al equipo a talento cualificado en una gran etapa profesional y con el máximo nivel de compromiso.
Aquí seguimos con la misma ilusión del primer día que “abrimos la persiana” aunque ahora mucho más sólidos. Guardo todavía ese primer PowerPoint para recordar que los sueños siempre comienzan con un pequeño paso y no olvidar que, como dijo un mítico entrenador de baloncesto (John Wooden) «No dejes que lo que no puedes hacer interfiera con lo que puedes hacer».